- Pero... ¡deseo volver!
- Ya no es posible.
- ¿Por qué? ¿Por qué todo el mundo es injusto conmigo?
- Nadie es injusto contigo, tienes tu merecido.
- ¿Mi merecido?
- Sí, tu merecido.
- Perdona, no te entiendo, ¿de qué hablas?
- Si no hubieras encontrado mi castillo, no hubieras sido mi princesa, y si te vas algún dragón puede acecharte. Te quedas conmigo para siempre.
- Tienes razón, además... ¿para qué quiero volver? Tú eres mi vida.
- ¿Comeremos perdices y seremos felices?
- Pues claro, como todos los cuentos; pero eso sí, nuestra historia no tendrá
final.
final.
Que bonito (:
ResponderEliminarMe encantó tu blog!
ResponderEliminarTe sigo :)